lunes, marzo 26, 2012

Dietario de la jornada electoral



A las dos de la madrugada teníamos que poner las manillas en las tres en punto. Por tanto, en realidad, las nueve y diez de la noche eran las ocho y diez de la tarde. En ese momento, Antonio Sanz, segundo de Arenas, sugiere que han conseguido la mayoría absoluta. Mientras miro la tele, corto una tripa de fuet en rodajas finas y me entretengo en quitarles la piel. Aguanto la tentación y no me como ninguna hasta que todo está listo. Con el 23% escrutado, mi vecino da un golpe en el tabique medianero y me entero así de que la mayoría no es de ellos. Observo que a la presentadora de Canal Sur le brillan los colmillos, tiene serías ganas de bailar sobre la mesa o desdibujarse en una salvaje fiesta de espuma y cuádriceps cincelados. En cambio se limita a decir: la muestra escrutada no es significativa, repito, no es significativa. La clave de un buen bocadillo de fuet es añadir un buen chorreón de aceite de oliva virgen. Sobre todo si el fuet no es de una calidad aceptable. ¿Por qué?, os preguntaréis. Lo sé porque yo también me hago esa pregunta muchas veces. Demasiadas veces, según mi padre. Total, que me pego una vuelta por la parrilla televisiva y concluyo a ojo de buen cubero que al 74% de los canales de la TDT las elecciones andaluzas se la refanfinfla.  Hago el clásico, metafísico y perfecto viaje circular , acabo de nuevo en Canal Sur y un señor de voz meliflua y acaramelada asegura que Izquierda Unida ha zarandeado el sistema bipartidista. Añade: es una sorpresa. No sé por qué es una sorpresa, digo con la boca llena de fuet. Y suena a: El pepé me da una pereza... Pero no he dicho eso. Entonces, como si de un mensaje eléctrico se tratara, me acuerdo de ese pinchadiscos/animador que Moragas contrató para celebrar el ascenso del Partido Popular a la Moncloa. Al parecer le ponía Ricky Martin y una canción que decía más o menos así [la entonación es cosa vuestra]:  Tico era un Boricua de Manhattan / cantaba en el subway / con su beat box y su electric guitar. / Por las noches era DJ / se paraban en las sillas / y él ponía el mundo a girar. / Qué bellos tiempos / cuando se bailaba hasta morir / saltando al cielo / con esa locura de vivir.

El final os lo podéis imaginar: me clavé el bocadillo cuando el escrutinio no había superado el 64%. Y apagué la tele. No hay más. Esta mañana me he enterado de que Rajoy ha felicitado a Arenas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy grande.

José A. dijo...

Como tú dijiste: Vota poesía!

Anónimo dijo...

Me ha dado antojo de fuet.

Mariano dijo...

Que buen Consejero de Cultura serias o serás. Poesía esa es la clave.