lunes, marzo 21, 2011

La casa del nadador

                                             Imagen: Manu Muñoz

Abro. Con la primavera. Una vez más, desciendo al cuarto de máquinas y pongo en marcha los motores. Para que el líquido fluya, circule, renazca. Como siempre: filtros nuevos, aspiración, cloro, antialgas y aguaquenoesdebeber. Y añado: la reapertura  coincide con la inminente publicación de mi último libro, La casa del nadador. El IEA llevará a imprenta esta colección de artículos revisados y sometidos a orden y desconcierto, que espera estar en la calle cuando las flores de vinagrera colmen las cunetas. Esas que hay camino del trabajo. Camino de los espejos. Las flores del sueño, dicen. Aquí será donde, nuevamente, se deposite todo. Como la sal. Como la sal cuando se va el agua.

4 comentarios:

*_* dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

(^_^)

Manu Muñoz dijo...

Ya tengo puesto el bañador.
Ajustadísimo.

Juan Manuel Gil dijo...

Cambio clímático traemos.